
Quisiera reflexionar con ustedes sobre la responsabilidad, esto es, tener que asumir las consecuencias de nuestras acciones.
Te propongo dos acciones a tener en cuenta:
1. No nos dejamos manipular ante las consecuencias. Muchas veces, algunos se aprovechan del miedo que tenemos de afrontar las implicaciones de nuestras decisiones y comienzan a extorsionarnos emocional y existencialmente.

Es necesario entender que hay que afrontar esa realidad así nos haga sufrir, así se fracture nuestra imagen y quedemos en una dura situación. Quien tiene miedo de asumir sus consecuencias termina siendo muy manipulable. La dignidad está por encima de todo, no es negociable, ni la perdemos por los errores que cometemos.
2. Hay que tratar de enmendar el error. Muchas veces no se puede hacer nada sino pagar la equivocación, pero, en otras ocasiones se puede pedir perdón y enmendar la falla. Debemos tener la inteligencia, la humildad, la valentía para hacerlo, sabiendo que seremos mejores seres humanos después de ello.
Si entiendes que asumir las consecuencias es reparar, y decides hacerlo con claridad. Eres una persona madura en la medida de que eres responsables. No pretendas que otros paguen por ti.
Cada quien es responsable por su presente y su futuro. Hay que tener presente que las actuaciones, correctas o incorrectas, no son más que una siembra, la cual, a la corta o a la larga, dará fruto bueno o malo.
Si te equivocas, y te haces responsable de los errores que cometes, al reconocerlo eres capaz de poner todos los medios a tu alcance para modificar la situación lo antes posible, evitando el daño que pueda ocasionar, tanto a tí mismo como a los demás, y mejorando de manera inmediata tu aprendizaje y tu experiencia de vida.
Cada decisión implica consecuencias, responsabilidades. Y si alguna vez nos toca perder, hay que entenderlo y vivirlo con inteligencia y sabiduría. Te aseguro que a medida que eres más responsable más libre te vuelves.
Que significa aceptar las consecuencias de nuestros actos
Aceptar la responsabilidad de los errores, fracasos y principalmente las consecuencias, prepara a la persona a entender el para qué de lo que ocurre en su vida. Así mismo, fortalece el carácter con humildad y crea condiciones para nuevos retos y ser asertivo(a) en lo que se emprende.