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Consejos para ser feliz

Cada día es especial

Cada día es especial

CONSEJO NUMERO UNO

Considera lo bueno que tienes. Una vez que te des cuenta de lo valioso  que eres y de cuantas cosas positivas tienes a tu favor, las sonrisas volverán saldrá el sol,  sonará la música y  podrás finalmente avanzar hacia la vida  con gracia, fuerza, valor y confianza.

CONSEJO NUMERO DOS

Hoy, y todos los días, debes dar más de lo que te pagan por hacer. La victoria del  éxito se habrá ganado a la mitad cuando aprendas el secreto de dar más de lo que  se espera en todo lo que  haces. Hay que hacerse tan valioso en tu trabajo o en cualquier cosa que hagas, que más  adelante te vuelvas indispensable. Debes ejercer tu derecho de recorrer ese  kilómetro adicional y disfrutar de todos los beneficios que recibirás. ¡Bien te los mereces

Andrew Carnegie dijo que había dos tipos de personas que nunca lograban mucho en la  vida. Una es la persona que no quiere hacer lo que le dicen que haga, y la otra es la  persona que sólo hace lo que le dicen que haga. Y cuando se le preguntó a Walter  Chrysler qué era lo que más necesitaba su planta, repuso: – Diez buenos hombres que  no estén atentos al silbato ni se la pasen pendientes de la hora en la carátula del reloj.

CONSEJO NUMERO TRES

Cada vez que cometas un error o te sientas abatido por la vida, no tienes porque  quedarte demasiado tiempo pensando en ello. Los errores son la forma en que la vida  te enseña. La capacidad de cometer errores ocasionalmente es inseparable de la  capacidad de lograr las propias metas. Nadie gana todo, y las fallas que  tienes, cuando ocurren, son simplemente parte del propio crecimiento.

Hay que  sacudirse los errores. ¿Cómo podrías  conocer tus límites sin una falla ocasional?  Nunca hay que rendirse. Ya llegará tu  turno. En una ocasión, Mark Twain contó  la historia de un gato que un día saltó para subirse a una estufa caliente y se quemó la  panza. Ese gato nunca más volvió a saltar para subirse a una estufa caliente – pero ese  mismo gato ¡nunca saltó para subirse a una estufa fría, tampoco!

Vive con esperanza
Vive con esperanza

CONSEJO NUMERO CUATRO

Debes premiar siempre tus largas horas de trabajo y afán de la mejor manera,  rodeado de tu familia.

Hay que alimentar tu amor con todo cuidado y recordar que los  hijos necesitan modelos, no críticas, y el propio progreso se intensificará cuando te esfuerces constantemente por presentar el mejor aspecto a los hijos. E incluso si has fallado en todo lo demás a los ojos del mundo, si se tiene una familia  que te ame, eres un triunfador.

CONSEJO NUMERO CINCO

Hay que levantar este día sobre una base de pensamientos agradables. No debes  preocuparte por ninguna imperfección que temas que pueda impedir  el poder de alcanzar cualquier sueño si elevas tus pensamientos.

Es posible  vigilar cuando decides que puedes hacerlo. No te consideres  derrotado. Hay que dejar que lo que el corazón ambiciona sea el proyecto de la propia   vida. ¡Hay que sonreír ! Desde el principio de los tiempos, los hombres sabios nos han  estado diciendo que todo lo que logramos, o no logramos, es consecuencia directa de  lo que esperamos de nuestras capacidades, nuestro valor y nuestro potencial. James  Allen nos dijo que los pensamientos dan buenos frutos y los malos pensamientos dan  malos frutos.

Marco Aurelio, ese sabio emperador y filósofo de la antigua Roma, nos dijo que nuestra  vida es lo que de ella hacen nuestros pensamientos. Buena o mala. Desdichada o feliz.  Triunfante o desesperada. Buda lo dijo de una manera todavía más enérgica: ‘Todo lo  que conocemos es consecuencia de lo que hemos pensado. La mente es todo. Nos  convertiremos en lo que pensamos. No importa como se quiera llamarlo, los  pensamientos positivos son productivos, los pensamientos negativos estorban y  destruyen.

CONSEJO NUMERO SEIS

Siempre hay que dejar que las propias acciones hablen por ti, aunque todo el tiempo  hay que estar en guardia contra las terribles trampas del falso orgullo y la vanidad que  pueden detener tu propio avance.

CONSEJO NUMERO SIETE

Cada día es especial  y si bien es posible que la vida no siempre sea  justa,  no debes dejar nunca que las penas, las dificultades y las desventajas del  momento envenenen tu actitud y los planes que tienes para tí mismo y tu futuro.  No se puede ganar si se lleva puesta la fea capa de la autocompasión, con toda  seguridad ahuyentarás cualquier oportunidad de éxito. Nunca más. Hay una mejor  manera.

CONSEJO NUMERO OCHO

No debes llenar tus días ni tus noches con tantas nimiedades y cosas  insignificantes como para no tener tiempo de aceptar un verdadero reto cuando éste  se presente. Esto es válido tanto para el juego como para el trabajo. Un día  meramente sobrevivido no es ocasión de festejo. No estás aquí para desperdiciar tus preciosas horas, cuando tienes la capacidad de lograr tanto si hace una pequeña  modificación en tu rutina. Ya no hay que ocuparse en nimiedades. Ya no hay que  volverle la cara al éxito. Hay que darse tiempo y espacio para crecer. Ahora, ¡Ahora  mismo! ¡No mañana!

CONSEJO NUMERO NUEVE

Hay que vivir este día como si fuera el último de tu vida. Hay que recordar que sólo se  encontrará la expresión “mañana” en el calendario de los tontos. Hay que olvidar las  derrotas del ayer y no tomar en cuenta los problemas del mañana. Eso es todo.  Es todo lo que se tiene. Debes hacer de este día el mejor de tu vida, el mejor de toda tu historia.  Las palabras más tristes que podrías pronunciar son: “Si pudiera volver a vivir  mi vida…” “Si hubiera echo eso”… , “si tan solo no hubiese tenido miedo otra seria mi historia”… Hay que tomar la batuta ahora. ¡Y dirigir con ella! ¡Este es tu día!

CONSEJO NUMERO DIEZ

A partir de hoy, debes tratar a todas las personas que encuentres, sean amigas o  enemigas, conocidas o extrañas, como si fueran a morirse a medianoche. No importa  qué tan trivial sea el contacto, Hay que brindar a cada persona toda la atención, amabilidad comprensión y afecto que puedas mostrar, y hay que hacerlo sin pensar  en ninguna recompensa. Su vida nunca volverá a ser igual.

CONSEJO NUMERO ONCE

Hay que reírse de sí mismo y de la vida. No con el ánimo de burlarse ni de  autocompasión, sino como un remedio, como un medicamento milagroso,  que  mitigará  el dolor,  curará tu depresión y te ayudará a poner en  perspectiva la derrota aparentemente terrible del momento. Debes borrar la  tensión y las preocupaciones riéndote de ellos, con lo que liberará tu  mente para pensar con claridad en la solución que seguramente llegará. Nunca hay que  tomarse la vida  demasiado en serio.

CONSEJO NUMERO DOCE

Nunca deben descuidarse los detalles, ni escatimarse ese esfuerzo adicional, esos  cuantos minutos de más, esa palabra suave de alabanza o agradecimiento, esa entrega  de lo mejor que  puedes hacer. No importa lo que los demás piensen, pero sí es de  primordial importancia lo que piensas de tí mismo. Nunca podrás hacer lo  mejor, que debería ser siempre tu rasgo distintivo, si estás tomando atajos y evadiendo  responsabilidades. Eres especial, por lo tanto debes actuar como tal. Jamás descuides los detalles.

CONSEJO NUMERO TRECE

Hay que recibir cada mañana con una sonrisa. Debes considerar el nuevo día como  otro regalo especial, otra oportunidad dorada para completar lo  no pudiste concluir ayer. Debes motivarte. Hay que dejar que la primera  hora establezca el tema del éxito y la acción positiva que con toda seguridad resonará  durante todo el día. El día de hoy nunca volverá a ocurrir. Así que aprovéchalo al máximo.  No hay que desperdiciarlo  con un inicio falso o completamente nulo. Naciste para ganar.

CONSEJO NUMERO CATORCE

Lograrás tu gran sueño, un día a la vez, así es que hay que fijar metas para cada día  – no proyectos largos y difíciles, sino tareas que te llevarán, paso a paso, hacia tu  arcoíris. De esta manera, el día especial llegará.

Debes anotarlas, si así te parece, pero hay que limitar la lista de manera que  no se tengan que arrastrar las cuestiones inconclusas de hoy hacia el mañana. Hay que  recordar una pirámide no  puede construirse en veinticuatro horas.

Es necesario que seas paciente, el tiempo es el mejor autor y siempre encuentra un final perfecto como lo dijo Charles Chaplin. Sé   paciente. Nunca debes dejar que tu día esté tan lleno de actividades que  descuides la  meta más importante – haz lo mejor que puedas, disfruta este día y mantente  satisfecho con lo que ha logrado.

CONSEJO NUMERO QUINCE

No debes permitir nunca que nadie te eche a perder tu desfile y de esa manera  arroje una sombra de tristeza y derrota en todo el día. Hay que recordar que no se  requiere nada de talento, ni abnegación, ni inteligencia, ni carácter, para estar en el  equipo de los que encuentran fallas. Nada externo puede tener poder sobre una a  menos que lo permitas. El tiempo es demasiado precioso para sacrificarlo en días  desperdiciados combatiendo las fuerzas rastreras del odio, los celos y la envidia.

Debes proteger cuidadosamente tu  vida. Dejando de lado a aquellos detractores que están al acecho, lo importante es que tomes esas criticas como una fuerza estimulante para que tus proyectos tengan éxito y de esta manera puedas demostrarles que estaban totalmente equivocados. Solo tu actitud frente a las críticas hará la diferencia. O te indispones y no continuas o te apalancas y te esfuerzas por dar lo mejor para que tenga éxito. Tú decides.

CONSEJO NUMERO DIECISÉIS

Hay que buscar la semilla del bien en todas las adversidades. Cuando dominas ese  principio, posees un valioso escudo que te protegerá  a través de todos los oscuros  valles por donde tenga que pasar. es posible ver las estrellas desde el fondo de un pozo  profundo, en tanto que no pueden distinguirse desde la cima de una montaña.

De la  misma manera, aprenderás de la adversidad cosas que no habrías descubierto  jamás sin dificultades. Siempre hay una semilla de bien. Napoleón Hill afirmaba que todo problema o adversidad siempre traía la semilla de un beneficio igual o mayor. Así que debes encontrarla para  prosperar.

CONSEJO NUMERO DIECISIETE

Debes darte cuenta que la verdadera felicidad radica dentro de ti

 No hay  que desperdiciar tiempo ni esfuerzo en buscar la paz, la alegría y el gozo en el mundo  externo. Hay que tener presente que no hay felicidad en tener u obtener, sino  únicamente en dar. Hay que dar. Compartir. Sonreír. La felicidad es un perfume que  no se puede servir en los demás sin que unas cuantas gotas caigan en ti. David Thoreau,  tenía mucho que decir al respecto, entre otras cosas:  “Estoy convencido, a partir de la experiencia, de que permanecer en este mundo no es  un trabajo arduo sino una diversión cuando vivimos con sencillez y sabiduría. La mayor  parte de los lujos, y muchas de las así llamadas comodidades de la vida, no solo son  completamente prescindibles, sino verdaderos, obstáculos para la elevación de la  humanidad”

¿La felicidad… es una mariposa? Tal vez no. “Muy poco se necesita para hacer una  vida feliz”, escribió Marco Aurelio, “todo se halla dentro de uno mismo, en su  manera de pensar”. Buscarás la felicidad eterna y fracasarás, a menos que la  busques dentro de tí mismo, en tu corazón y en tu alma, y luego comparta lo que posees  sin pensar en ninguna recompensa..

Debemos recordar que cada día es especial, no importan las adversidades y las circunstancias. Con la actitud correcta y las personas correctas siempre encontraremos soluciones. El problema no es el problema es la actitud con la que asumimos el problema. Así, que ten la mejor disposición para hacer de cada día un día especial.

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