
La envidia es una emoción muy común y normal entre los seres humanos. Se define como una emoción, sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas tangibles e intangibles. Este sentimiento es bastante habitual en diferentes situación, sin embargo produce desazón y frustración, generando pensamientos y emociones negativas.

Por lo general esta emoción se produce cuando tendemos a compararnos con los demás, sin tener en cuenta que cada persona tiene una historia diferente de vida y no es sensato revisar si tus resultados son mejores o peores que los de otros, la vida depende de nuestras acciones, de nuestras decisiones y si no te gusta lo que ves o tus resultados, tienes todo el poder para cambiarlos. Valora lo que haz hecho en tu vida, mejora aquello que no ha salido del todo bien, construye esa vida que tanto sueñas, pero no quieras vivir la vida de otro o que tu impulso sea por que otro ya lo hizo.
Cuando existe baja autoestima y una tendencia a exigirte demasiado es más probable que estas emociones se presenten, en muchos casos le damos prioridad a nuestros defectos en lugar de enfocarnos en nuestras fortalezas y creemos que el otro es mejor en todo, esa inseguridad tendrá siempre un sentimiento de inferioridad, esa concepción sesgada promoverá que piense que los demás son mejores y envidiara todo lo hagan así no sea cierto.
En este sentido, es importante reflexionar que no somos personas perfectas, que cada uno de nosotros tenemos una historia y por tal motivo no tendremos los mismos resultados en la vida, a su manera cada persona obtendrá el éxito en diferentes áreas en la medida que se luche por conseguirlo. Para evitar sentir envidia debemos aceptarnos a nosotros mismos, no compararnos con los demás y revertir nuestras emociones negativas en algo constructivo que nos ayude a cambiar cosas que nos hacen infelices.