Una parte importante de tu crecimiento personal implica fortalecer la conexión espiritual, sin embargo, tal vez para ti aún no identifiques exactamente cómo lograrlo.
La energía espiritual es mucho más amplia de lo que normalmente piensas, y está esperando a que conectemos con ella para desarrollar todo nuestro potencial.
La energía espiritual es una energía que llega desde la Fuente Creadora del Universo (a la que podemos llamar simplemente “Fuente”, “Dios”, “Universo” o de muchas otras maneras).
Se divide en tres energías más específicas. Estas energías son la sabiduría, la compasión y la alegría de vivir.
La sabiduría es la energía que nos permite expandir nuestros conocimientos y comprender la vida en profundidad.
La compasión es la energía que nos conecta con todos los seres vivos y nos hace desear su bienestar (incluido el nuestro propio).
Y la alegría de vivir es la energía que nos hace amar y disfrutar la vida por el simple hecho de estar vivos, más allá de las circunstancias concretas que estemos viviendo.
Cómo Funciona la Energía Espiritual
Todas las personas tenemos tres canales de energía que vienen de la Fuente: un canal de sabiduría, un canal de compasión y un canal de alegría. Esto es válido para todos. No hay ninguna excepción.
Analiza la conexión que tienes con cada uno de los tres canales, puedes observar primero tu capacidad de comprenderte a ti mismo y de comprender las cosas que te rodean; luego observar tu capacidad de desear sinceramente el bien de los demás, y por último observar tu capacidad de disfrutar de cada momento de tu vida por el simple hecho de estar vivo.
Es muy importante hacerlo sin juzgar. No eres ni mejor ni peor en función de esto. Todos tenemos la capacidad de activar al máximo los tres canales.
Estas tres energías te acompañan siempre. La Fuente está constantemente irradiando un gran flujo de sabiduría, compasión y alegría hacia ti.
La conexión espiritual busca lo esencial
Cuando quieres mejorar la conexión espiritual busca lo esencial, tus actos y gestos alcanzan otra etapa. En ese punto, ya puedes renunciar a las cosas superfluas del plano físico, del emocional y del mental. Después de lograrlo eres apto para irradiar energía espiritual y para eliminar obstáculos de todo género que puedan estar impidiendo el progreso de los seres a los que está sirviendo.