
El amor tiene un límite y se llama dignidad
El amor es uno de los sentimientos más hermosos que existen; estamos inmersos en situaciones donde expresamos o nos expresan ese cariño por estar en la vida de alguien, de nuestros padres, hijos, amigos o nuestras parejas.
El amor está vinculado con la plenitud, armonía y felicidad, creando un vínculo cercano con las personas que amamos. Pero sobre todo, con el amor que tenemos hacia nosotros mismos, el amor propio. El amarnos, aceptarnos, querernos influye muchísimo en las relaciones que entablemos con los demás.
Todo tiene un limite
Cuando este amor no existe, esperamos encontrar en otra persona ese faltante, esa carencia que nos permita sentirnos mejor con nosotros mismos. Sin embargo, esto puede ser perjudicial ya que por creer encontrar ese amor, terminamos perdiendo algo mucho más importante nuestra dignidad.
El cambiar totalmente por complacer a la pareja, el someterse a reglas infundadas con tal de no enojarla, incluso el asumir que esa persona tiene total derecho de hacer con nosotros lo que quiera, es un asunto donde el amor no hace parte de esa relación.
Solo nosotros decidimos que tipo de relaciones queremos mantener, no podemos estar en una relación en la que suframos, tenemos toda la capacidad de decir NO MÁS. Si aceptamos las reglas de la otra persona aún si estas nos hacen daño, atentamos contra nosotros mismos.
Esto puede deberse a una programación mental arraigada por el tipo de vinculo que exista con nuestro entorno familiar, miedos, barreras, creencias impuestas por la sociedad que nos someten a vivir un mal llamado amor.
Respeto y dignidad
La vida es mucho más fácil de lo que creemos, nos complicamos con situaciones creyendo que tal vez las merecemos, o creemos que está bien situaciones que no nos gustan. Pero esto no es cierto. Tenemos toda la responsabilidad, la capacidad de decidir que queremos en nuestra vida. Es verdad que algunas veces no suelen suceder como queremos, o algunas lecciones que necesitamos aprender y que son un poco dolorosas pero esto nos ayuda a formar carácter y ese carácter es el que nos permite decir BASTA.
Eres la persona más importante, tú ya seas HOMBRE o MUJER, eres valioso, tienes el derecho a elegir el tipo de amor que quieres. Sé valiente y toma la decisión de dejar ir si es el caso. El amor no se basa en el dolor, no se basa en humillación, no se basa en maltrato ya sea físico, psicológico o económico. El amor es algo tan hermoso, que la persona que este a tu lado sea una que te apoye en tus proyectos y te ayude a crear una vida mejor para ambos. No se trata de orgullo, la dignidad, el amor propio, el autorespeto deben ser tus banderas al momento de establecer límites. Si tú no te amas lo suficiente, no esperes que otro lo haga por ti.
¿Amor de novela?
La cultura latinoamericana esta enmarcada por las lágrimas de la novela de la tarde. Esas historias de amor dolorosas, sufridas, llenas de traiciones y desencuentros que se ven muy bien detrás de la pantalla. Pero no en nuestra vida. Amar no es sufrir ni padecer. Amar no es esperar ni callar. Amar no es someterse. No renuncies a lo que eres. Un amor maduro integra el amor por el otro con el amor propio, sin conflictos”, propone Walter Riso. Anímate a tener un amor saludable.