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Consejos para ser feliz

Elimina tus creencias limitantes

Elimina tus creencias limitantes

Las creencias ejercen una poderosa influencia sobre tu vida. La sabiduría popular tiene claro que, cuando alguien cree que puede hacer algo, lo hace, mientras que si está convencido que no es posible, ninguna cantidad de esfuerzo lo convencerá de lo contrario. Las creencias sobre ti mismo, así sobre lo que es posible en el mundo a tu alrededor, influyen con fuerza en tus actividades cotidianas.

Las creencias pueden moldear, afectar e incluso determinar el grado de inteligencia, salud, relaciones, creatividad e incluso el nivel de felicidad y éxito personal. Así pues, si es cierto que las creencias tienen tanto poder en la vida. . Las tres áreas más comunes de creencias limitantes se centran en torno a cuestiones relacionadas con la desesperanza, la impotencia y la ausencia por mérito. Estas tres grandes áreas de creencias pueden ejercer una enorme influencia respecto a la salud mental y física de las personas.

  • Desesperanza, creencia de que el objetivo deseado no es alcanzable, sean cuales sean nuestras capacidades. La desesperanza se da cuando alguien no cree que determinado objetivo apetecido sea ni siquiera alcanzable. Se caracteriza por el sentimiento de que “Haga lo que haga nada cambiara. Lo que deseo es inalcanzable. Esta fuera de mi alcance. Soy una víctima”.
  • Impotencia, creencia de que el objetivo deseado es alcanzable, pero no eres capaz de lograrlo. La impotencia se da cuando, aun creyendo que el objetivo existe y es alcanzable, la persona no se siente capaz de lograrlo. Produce el sentimiento de que “Esto está al alcance de otros, pero no de mi. No soy lo bastante bueno o capaz para conseguirlo”.
  • Ausencia de mérito, creencia de que no mereces el objetivo deseado debido a algo que eres o haz hecho ( o no haz) hecho. Esta presente cuando, aunque la persona crea que el objetivo deseado es alcanzable y que dispone de la capacidad para lograrlo, renuncia a él porque cree que no merece conseguir aquello que tanto desea. Se caracteriza por el sentimiento de que “soy un fraude. No pertenezco aquí. No merezco ser feliz o estar sano. Hay algo fundamentalmente malo en mi como persona. Merezco el dolor y el sufrimiento que estoy experimentando”

Cómo cambiar las creencias limitantes


Para lograr el equilibrio tanto mental, emocional, espiritual y físico, las personas necesitan cambiar esta clase de creencias limitantes por otras que impliquen esperanza en el futuro, sensación de capacidad y responsabilidad y sentido de valía y pertenencia.
Obviamente las creencias más penetrantes son aquellas que se relacionan con la identidad. He aquí algunos ejemplos de creencias limitadoras relacionadas con la identidad. “Soy un inútil, no valgo nada, soy una víctima”. “No merezco que me vaya bien”, “Si consigo lo que deseo perderá alguna otra cosa”. “No tengo permiso de tener éxito”.
Las creencias limitantes operan a veces como “virus mentales”, con una capacidad de destrucción parecida a la de un virus biológico. Un “virus mental” es una creencia que llega a convertirse en una profecía auto cumplida, y a interferir con tus esfuerzos y con la capacidad para sanar o mejorar.

Vivir una vida plena supone deshacerte de ciertos dogmas que te condenan a vida sin sueños, sin esperanzas e incluso sin ilusiones. Para conseguir librarte de las creencias limitantes, te damos estas seis claves para lograrlo.

  1. Sé flexible
    Cuanto más rígidas son tus creencias, menos te adaptarás al entorno y a las circunstancias que te rodean. Una forma de medir esta rigidez es darte cuenta del número de conflictos que tienes en tu vida y el esfuerzo con que los afrontas
  1. Visualiza que logras lo que deseas
    Fantasea viéndote a ti mismo consiguiendo aquello que quieres y recréate en ello. Siente las sensaciones de bienestar que esto te genera.
  2. Reflexiona sobre el origen de tu creencia
    Cuando hayas detectado una creencia limitante, averigua de dónde procede. Quizás viene de la infancia, de una experiencia laboral, te lo dijo un amigo… A menudo están basadas en cosas que te dijeron personas en las que confiabas, por ejemplo tus padres o de una persona con autoridad como un profesor.
  3. Evalúa si esta creencia se cumple siempre
    Estás ante una creencia recibida de otra persona o es tuya, se ha cumplido en la mayoría de las ocasiones, existen varias personas que creen lo mismo que tu, tiene validez y argumentos esta creencia para que aún la mantengas en tu vida.
  4. Descubre si esta creencia tiene aspectos positivos.
    Todo comportamiento encierra una intención positiva, así que pregúntate: ¿De qué te protege esa creencia? ¿Por cuál podrías sustituirla? ¿Con la nueva creencia logras la intención positiva de la vieja? Conseguirlo es fundamental.
  5. Revisa si te aporta a tu crecimiento personal
    Cuando por fin veas lo poco que te ayudan tus creencias y te des cuenta de lo mucho que te limitan, irás dejándolas atrás poco a poco y las sustituirás por ideas más realistas, esperanzadoras y positivas.

Transforma los pensamientos limitantes


Las creencias limitantes por ejemplo son desarrolladas con el objetivo de cumplir algún propósito positivo, como el de protegerse, establecer límites, dotarse de poder personal, etc. Reconociendo estas intenciones profundas y actualizando los mapas mentales para incluir otras formas, más eficaces de cumplirlas, las creencias pueden ser a menudo cambiadas con un mínimo de esfuerzo y sufrimiento.

Muchas creencias surgen como consecuencia de preguntas sin responder sobre el “cómo”. Si una persona no sabe cómo cumplir determinada tarea o función, lo más probable es que desarrolle la creencia de que “soy incapaz de completar y tener éxito con esta tarea”.
Las creencias tanto las potenciadoras como las limitantes. Son a menudo construidas mediante la realimentación y el refuerzo procedentes de otras personas significativas para ti
Para cambiarlas tenemos 3 opciones

Identificar y reconocer la intención positiva al realizar el cambio y tener en cuenta los grandes beneficios.

Enfocar la pregunta “cómo” para abrir oportunidades y de esta manera encontrar la forma de invertir la creencia limitante.

Establecer como prioridad la opinión personal sobre las demás, independiente si es aquel “mentor” o una persona que admiramos. Es decir, valorar más la opinión personal que la de los demás.

Creencias limitantes y potenciadoras

Las creencias, tanto las limitantes como las potenciadoras, están relacionadas con expectativas. Es decir, con los anhelos o deseos que se produzca un resultado o un acontecimiento. Las creencias y expectativas sobre los resultados, así como los pensamientos y sentimientos de las persona sobre sus propias capacidades personales juegan un papel
importante en su capacidades personales juegan un papel importante en su capacidad paraanalizar estados deseados.
El ciclo natural de cambio de creencias puede compararse con el cambio de estaciones. Una nueva creencia es como la semilla que plantamos en primavera. Crece en el verano y cuando madura se hace fuerte y echa raíces. Durante el proceso de crecimiento debe competir por la supervivencia con otras plantas, la maleza, hasta el clima y necesitara de la ayuda del agricultor que la fertilizará y protegerá.


A veces sucede que una nueva convicción entra en conflicto con creencias que interfieren y
contradicen la nueva generalización o el nuevo juicio que estamos tratando de establecer. A
menudo estas creencias son generalizaciones que sirvieron para apoyarnos o protegernos en el
pasado. Cuando pasamos a una nueva etapa de nuestra vida o nuestra profesión, podemos
echar la vista atrás y comprobar que aquello que fuera importante y verdadero ya no lo es.

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