
Pon atención: mientras permitas que sentimientos desalentadores gobiernen y expresen tu miedo serás privado de los deseos de tu alma. Es la Ley de la Vida. Es la causa de tu mundo. Si irradias vibraciones de miedo, cosecharás más situaciones de temor y ansiedad. Nadie lo puede impedir, excepto tú mismo.
Cada uno de nosotros puede ser una bendición para los demás y para sí mismos, en tal forma que el mundo entero volverá a mirar con gratitud; pero si hay sentimientos de MIEDO en tu mundo personal, el bien es resistido.
Cuando tú vuelvas la atención a tu poder interior, donde radica toda inteligencia y perfección, le darás a éste la capacidad para que pueda fluir en tu mundo. Tu poder interior conectado con la gran divinidad universal, no solo cambiará tu atención, tu visualización y tu calificación, sino que impulsará a la ley de la vida (La ley de la atracción) a actuar de acuerdo con aquello donde fijes tu atención.
Las experiencias en la vida son como un látigo que obliga al individuo a buscar a su gran Poder Interior. Piensa en la agonía que ha sufrido la humanidad debido al mandato que le han dado a los conceptos del miedo, avaricia, y envidia; y que solo han producido la falta de comprensión de la Ley de Vida. Sin embargo, se sigue buscando la Ley en el corazón, pero el sentimiento a través del intelecto domina prácticamente toda actividad exterior.