
El vivir entusiasmado parece realmente estar inspirada por algún tipo de poder o ser superior a ella misma. El resultado es que se convierte en un gran imán que irradia fuerza de atracción en todas direcciones y que influencia a a todos a su alrededor
El entusiasmo es en realidad el poder del alma y, cuando es genuino, es reconocido y sentido por todos cuantos están en su campo de influencia. Sin un cierto nivel de entusiasmo nadie ha logrado el éxito y nadie lo logrará.

El entusiasmo es el vapor que mueve nuestra maquinaria mental y que indirectamente nos hace lograr las grandes cosas de la vida.
El entusiasmo es interés inspirado. Y es gracias al poder del entusiasmo que las grandes cosas de la vida logran expresarse y realizarse. El entusiasmo no es una cosa que unos posean y otros no. Potencialmente todos lo tienen, pero sólo unos pocos son capaces de expresarlo.
Cómo mantenerse entusiasmado
Es una cualidad mental calida y viva que acelera el pulso de quien lo utiliza y de quienes se ven afectados por él. Es muy distinto de la fría indiferencia que uno se encuentra con frecuencia en los negocios y que hace que muchas ventas se pierdan y que muchas cosas buenas «se derrumben».
El hombre que carece de entusiasmo pierde más de la mitad de su fuerza e influencia personal. Independientemente de lo buenos que sean sus argumentos, sin importar lo meritoria que sus proposición pueda ser, salvo que posea esa calidez vital del entusiasmo sus esfuerzos serán inútiles y su resultado se verá comprometido.
Cómo ser entusiasta
El hombre que entrega lo mejor de sí mismo nunca fracasa. Siempre tiene éxito, y si lo mejor que pudo es algo muy sencillo, el mundo colocará no obstante una corona de laurel sobre su cabeza. Aquel que hace todo lo que puede nunca es un fracasado. Se mantiene en su puesto hasta que ha entregado todo lo mejor de sí mismo en un momento particular. Un hombre así nunca fracasa.
». Siempre es útil sacar a flote lo mejor de sí mismo, aunque no sea más que por el motivo de convertirse en un hombre verdadero, por desarrollar su propio Ser.