Si quieres hacer una buena gestión de tus emociones y trabajar tu inteligencia emocional, tendrás que empezar por aprender a trabajar la paciencia, a ser paciente.
La paciencia es una habilidad que se consigue gracias al entrenamiento, la constancia y perseverancia. La clave está en saber esperar y en vivir en el ahora.
La meditación es un buen medio para conseguirlo, porque te permite entrenarte en el momento presente “Aquí y ahora”. Pero además hay otras pautas que puedes seguir para conseguirlo.
A continuación te presentamos algunas para que empieces tu entrenamiento;
1. Respira
El primer paso es respirar profundamente. Toma tu tiempo y cuenta hasta 10 ya que esto te ayuda a reflexionar. Cuando te tomas unos segundos para respirar, de alguna forma, ofreces una pausa a tu dialogo interior.
2. Descubre las razones de tu falta de paciencia
Evalúa las razones que te están impacientando. Reorganiza tus prioridades. Pensar sobre ello e incluso escribirlo te ayudará a calmarte.
3. Identifica los factores que habitualmente te producen impaciencia.
Factores como personas, situaciones estresantes o tu mismo. El simple hecho de ser consciente de ellos, te ayudará a tomar acción cuando te afecten y de esta manera también disminuir sus efectos en ti.
4. Revisa los efectos en tu salud que te trae la impaciencia
Responderte de manera sincera a esta pregunta fomentará la calma. Busca los patrones y considera sin miedo la posibilidad de dejar ir lo que no te esta haciendo bien.
5. Tómate tu tiempo y no tengas expectativas
Entiende que por lo generales los planes no salen como los esperas, siempre hay “variaciones”. Acepta que la vida diaria gira y te da cientos de vueltas hasta acabar donde deseas. Se realista en tus expectativas y comprende a los demás.
6. Aleja el miedo de cambiar
Desarrolla la paciencia aunque implique dejar atrás malos hábitos con los que llevas conviviendo mucho tiempo. Ten en cuenta que los cambios toman tiempo, así que no te desesperes y paso a paso lograrás tu objetivo.