
La ley del mínimo esfuerzo consiste en que ante varias posibilidades, la mejor opción es la que implique el menor gasto de energía.
Lo cual no significa no hacer nada sino actuar de forma mucho más inteligente y eficiente.
Siempre hay maneras más sencillas de satisfacer las necesidades y exigencias diarias. Para esta ley lo fácil es bueno, menos es mucho más y bien es suficiente. Esta ley tiene mucho que ver con abandonar el control y dejarse fluir.
Se basa en el hecho de que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad y despreocupación. Ése es el principio de la menor acción, de la no resistencia.
Por consiguiente, es el principio de la armonía y el amor. Cuando aprendes esta lección que enseña la naturaleza, satisfaces con facilidad tus deseos.
La inteligencia de la naturaleza funciona sin esfuerzo, sin resistencia, espontáneamente. No es lineal; es intuitiva, holística y estimulante. Y cuando estas en armonía con la naturaleza, cuando estas seguro del conocimiento del verdadero yo, puedes utilizar la ley del menor esfuerzo. Es mínimo el esfuerzo que haces cuando los actos brotan del amor, porque es la energía del amor la que une la naturaleza.
Si tratas de conseguir el poder para controlar a los demás, gastas energía. Cuando buscas el dinero o el poder para satisfacer al ego, gastas energía persiguiendo la ilusión de la felicidad, en lugar de disfrutar la felicidad del momento.
Cuando anhelas el dinero para beneficio personal únicamente, cortas el flujo de energía hacia ti e impides la expresión de la inteligencia de la naturaleza. Pero cuando actúas desde el amor, no hay desperdicio de energía.
La energía se multiplica y se acumula – y el exceso de energía que recoges y disfrutas puede canalizarse para crear cualquier cosa que desees, incluida la riqueza sin límites.
Cuando tu punto interno de referencia es el ego, cuando buscas poder y control sobre los demás, o la aprobación del resto del mundo, desperdicias energía. Sin embargo, cuando liberas esa energía puedes recanalizarla para crear cualquier cosa que desees.
Si tu punto interno de referencia es el espíritu, te vuelves inmune a la crítica y pierdes el temor a los desafíos, puedes aprovechar el poder del amor y utilizar creativamente la energía para vivir la abundancia y el crecimiento.
La ley del menor esfuerzo tiene tres componentes – tres cosas que puedes hacer para poner en funcionamiento este principio de “hacer menos para lograr más”.
El primer componente es la aceptación. Aceptar significa sencillamente contraer un compromiso: “Hoy aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los hechos tal como se presenten”. Eso significa que sabrás que este momento es como debe ser, porque todo el universo es como debe ser. Este momento – el que estas viviendo ahora mismo – es la culminación de todos los momentos que has vivido en el pasado. Este momento es como es porque todo el universo es como es.
Cuando luchas contra este momento, en realidad luchas contra todo el universo. En lugar de eso, puedes tomar la decisión de no luchar hoy contra todo el universo, no luchar contra este momento. Eso significa que la aceptación de este momento es total y completa.
Aceptas las cosas como son, no como quisieras que fueran, en este momento. Es importante comprender esto: puedes desear que las cosas sean diferentes en el futuro, pero en este momento debes aceptarlas como son.
Si sientes frustración o estas molesto a causa de una persona o una situación, recuerda que tu reacción no es contra la persona o la situación, -sino contra tus sentimientos acerca de esa persona o esa situación. Ésos son tus sentimientos, y nadie tiene la culpa de ellos. Cuando reconozcas y comprendas esto plenamente, estaras listos para asumir la responsabilidad de lo que sientes y cambiarlo.
El segundo componente de la ley del menor esfuerzo: la responsabilidad. ¿Qué significa responsabilidad? Significa no culpar a nadie o a nada – ni siquiera a ti mismo – de tu situación. Una vez aceptado un suceso, un problema o una circunstancia, la responsabilidad significa la capacidad de tener una respuesta creativa a la situación tal como es en este momento.
En todos los problemas hay un principio de oportunidad, y esta conciencia permite aprovechar el momento y transformarlo en una situación o una cosa mejor. Cuando haces esto, toda mala situación se convertirá en una oportunidad para crear algo nuevo y bello; y todo supuesto torturador o tirano se convertirá en maestro.
La realidad es una interpretación. Y si optas por interpretar la realidad de esta manera, tendrás muchos maestros a tu alrededor, y muchas oportunidades para evolucionar. Siempre que enfrentes a un tirano, torturador, maestro, amigo o enemigo (todos son la misma cosa), recuerda: “Este momento es como debe ser”.
Cualesquiera que sean las relaciones que tengas en este momento de la vida, son precisamente las que necesitas en este momento. Hay un significado oculto detrás de todos los acontecimientos, y ese significado oculto está trabajando a favor de tu evolución.
El tercer componente de la ley del menor esfuerzo es asumir una actitud no defensiva, lo que significa que tu conciencia abandona su actitud defensiva y renuncias a la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que tu punto de vista es el correcto. Si observas a las personas que te rodean, veras que ellas pasan el noventa y nueve por ciento del tiempo defendiendo sus puntos de vista. Si sencillamente renuncias a la necesidad de “tener la razón”, lograras acceso a una cantidad enorme de energía que anteriormente desperdiciabas. Si culpas a los demás y no aceptas ni te rindes ante el momento, tu vida se llena de resistencia. Y la atraerás más at tu vida. Debes tratar de ser flexible, si dejas de luchar y de resistirte – viviras plenamente el presente, el cual es un regalo. Hay una frase muy popular que dice “el pasado es historia, el futuro es un misterio, y este momento es un regalo. Por esa razón este momento se denomina «el presente»”.
Si abrazas el presente y te vuelves uno con él, sentiras un fuego, un brillo, una chispa de energía palpitando en cada ser consciente.
En medio de esta libertad alegre y sencilla, sabras sin duda en tu corazón que lo que desees estará disponible para ti cuando lo desees, porque tu deseo vendrá del nivel de la felicidad, y no del nivel de la ansiedad o el temor. No necesitas justificarte; simplemente declara tu propósito y experimenta realización, deleite, alegría, libertad y autonomía en todos los momentos de tu vida.
Ése es el camino a través del cual la inteligencia de la naturaleza se desarrolla espontáneamente, sin resistencia ni esfuerzo. Cuando alcances esa combinación de aceptación, responsabilidad y entrega sentirás la facilidad con que fluye la vida.
CÓMO APLICAR LA LEY DEL MENOR ESFUERZO
Practica diariamente estas frases.
1) Practicaré la aceptación.
Hoy aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y los sucesos tal como se presenten. Sabré que este momento es como debe ser, porque todo el universo es como debe ser. No lucharé contra todo el universo poniéndome en contra del momento presente. Mi aceptación es total y completa. Acepto las cosas como son en este momento, no como me gustaría que fueran.
2) Al aceptar las cosas como son, aceptaré la responsabilidad de mi situación y de todos los sucesos que percibo como problemas. Sé que asumir la responsabilidad significa no culpar a nada ni a nadie de mi situación (y eso me incluye a mí). También sé que todo problema es una oportunidad disfrazada, y que esta actitud de alerta ante todas las oportunidades me permite transformar este momento en un beneficio mayor.
3) Hoy mi conciencia mantendrá una actitud no defensiva. Renunciaré a la necesidad de defender mi punto de vista. No sentiré la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que acepten mi punto de vista. Permaneceré abierto a todas las opiniones sin aferrarme rígidamente a ninguna de ellas.