
Revelar toda la información acerca de tu vida no es algo que deberías hacer. Hay cosas sensibles que por tu bienestar
siempre deberías mantener en secreto. A veces cometemos el error de contar a las personas aspectos confidenciales de nosotros que después nos pueden poner en apuros.
Si quieres evitar inconvenientes y malentendidos, lo primero que nunca deberías revelar son tus metas más ambiciosas. Si tienes una meta por cumplir lo mejor que puedes hacer es empezar a partir de ahora a trabajar en ella sin decirle nada a nadie. Esto es difícil porque al sentirnos emocionados es natural querer compartir nuestros planes con otras
personas, sin embargo hacer esto en lugar de beneficiarte puede resultar perjudicial.
Primero porque el solo hecho de contar una meta genera en tu cerebro las endorfinas que se producirían al ya haberla conseguido, esto quiere decir que cuando cuentas tus planes sientes una sensación de bienestar como si ya hubieran logrado aunque esto puede ser positivo puede generar en tu mente subconsciente que no necesitas trabajar en ello y segundo al revelar este secreto antes de empezar puedes recibir críticas o comentarios malintencionados que te pueden desmotivar y hacerte desistir de tus ideas. Por ello siempre que quieras hablar sobre tus planes ten en cuenta que contar lo impresionante que va a resultar tu proyecto no es relevante, cuando haces esto solo estás buscando validación por algo que ni siquiera existe en lugar de ello empieza a trabajar pero en lo posible hazlo en silencio.
Una segunda cosa que nunca deberías revelar son los secretos de otras personas. Si escuchas alguna información
confidencial sobre alguien no se lo digas a los otros, si no es tu problema ni te está afectando en lo absoluto lo
mejor que puedes hacer es guardar silencio. No te conviertas en esa persona que por estar pendiente de lo que hacen
los otros deja de vivir su propia vida. Ahora si alguien por su propia voluntad decide contarte algo, mantén el secreto
no se lo reveles a nadie si esa persona te dice las cosas es porque te tiene confianza.

Si revelas datos confidenciales de alguien demuestra que estás más interesado en los problemas de los otros que en los tuyos, evita hacer esto.
Una tercera cosa que nunca deberías revelar es tu salario, cuando alguien te pregunte por tu trabajo y por tus condiciones laborales limítate a contar solo lo estrictamente necesario. Si tienes un salario alto y lo presumes vas a despertar la envidia de muchas personas y otras van a tratar de sacar provecho de la situación. Una de las ventajas que tiene el hecho de no revelar tus ingresos es que eres libre de vivir bajo tus propias condiciones y no estás sujeto a presiones externas, nadie te va a sugerir cómo debes vivir y en qué cosas debes colocar tu dinero. En conclusión si tienes dinero disfrútalo pero no lo presumas te puede traer muchos inconvenientes,
Una cuarta cosa que nunca debes revelar son las buenas acciones que has hecho por alguien, ayudar a las demás
personas es un acto noble pero no deberías revelar estos actos de generosidad que has tenido. Cuando cuentas esto y presume sobre ello es porque en primera instancia tu intención no fue ayudar de corazón sino buscar reconocimiento y popularidad para presumir. Al parecer lo único que te interesa al ayudar a otros es engrandecer tu ego y lo que te importa no fue la persona que fue objeto de ayuda sino tu propia imagen. En síntesis si realizas un acto de bondad no lo cuentes.